Competencia desleal y publicidad engañosa

Los juristas presuponen el concepto económico de la competencia; pero la competencia es un concepto que excede de la economía. Hay competencia en el deporte, en la ciencia, en el amor, y ésta última es quizá la más dramática y aguda de todas las competencias, pues se trata de las luchas por una muje...

Full description

Autores:
Moreno Jiménez, Clara Inés
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
1980
Institución:
Universidad Autónoma de Bucaramanga - UNAB
Repositorio:
Repositorio UNAB
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.unab.edu.co:20.500.12749/28625
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/20.500.12749/28625
Palabra clave:
Law
Free competition
Unfair competition
Advertising
Economic crimes
Commercial law
Protection of designs
Industrial property
Derecho
Delitos económicos
Derecho comercial
Protección de diseños
Propiedad industrial
Libre competencia
Competencia desleal
Publicidad
Rights
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/co/
Description
Summary:Los juristas presuponen el concepto económico de la competencia; pero la competencia es un concepto que excede de la economía. Hay competencia en el deporte, en la ciencia, en el amor, y ésta última es quizá la más dramática y aguda de todas las competencias, pues se trata de las luchas por una mujer o por un hombre, que no es fungible o sustituible por otro u otra; como ocurre con los clientes en la lucha de los competidores mercantiles. La idea de la lucha por la existencia y la selección natural de los que triunfan es un combate, y, en suma, un concepto que se presenta en toda la historia de la economía: Desde la lucha entre los cazadores en la selva por conseguir la mejor pieza, hasta la batalla moderna entre las empresas que se disputan el mercado. En economía esta lucha es por la conquista del cliente. El competidor se propone apartar a los demás para ser el primero. En los países civilizados, tal lucha no ha sido jamás libre, en el sentido de ilimitada, arbitraria o desenfrenada, pues si toda forma de convivencia humana está sometida al derecho, es obvio, que las relaciones económicas están también sometidas a él. La competencia es, pues, un fenómeno jurídico, aunque sus móviles sean económicos.