Diálogos fugaces en el limbo del pensum cotidiano

Cada momento requiere un poco de saliva y se vive pase que pase saliva. Y somos ridículos, conscientes, inconcientes, sabios, torpes, renegados. Arrancamos sonrisas a cada paso, muecas, te mueves mientras hablo, te meneas en la silla. Somos periodistas, pero antes y para ganar lo anterior es necesar...

Full description

Autores:
Fonseca Socha, Claudia Patricia
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
1991
Institución:
Universidad Autónoma de Bucaramanga - UNAB
Repositorio:
Repositorio UNAB
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.unab.edu.co:20.500.12749/29303
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/20.500.12749/29303
Palabra clave:
Dialogues
Journalism
Social communication
Communication
University students
Everyday life
Art of writing
Imaginary conversations
Comunicación
Estudiantes universitarios
Vida cotidiana
Arte de escribir
Conversaciones imaginarias
Periodismo
Comunicación social
Diálogos
Rights
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/co/
Description
Summary:Cada momento requiere un poco de saliva y se vive pase que pase saliva. Y somos ridículos, conscientes, inconcientes, sabios, torpes, renegados. Arrancamos sonrisas a cada paso, muecas, te mueves mientras hablo, te meneas en la silla. Somos periodistas, pero antes y para ganar lo anterior es necesario sentir la delicada fragancia de la noche y el roce incesante de la existencia del prójimo o mejor del próximo. De vez en cuando el mundo se convierte en una enredadera, quedas atrapado, enroscado, asfixiado. Llueve y tu ahí. Sol y tu ahí. Gritos y tu ahí. Silencio y tu ahí. Necio, terco, insistes. Hablas comun y silvestre, después pintas colores y vas a misa. Hipócrita hombre de este siglo, se te acaba la inspiración, se te acaban las mentiras. Las palabras no se prestan a tus ruines fines. Pero crees que investigas, que titulas, que ayudas a la comunidad de porquería en que deambulas, pobre inocencia de ignorancia. Despierta que te ausentaste durante mucho tiempo y ya otros han tomado tu lugar, pellizcate debajo de la axila para que puedas ver por entre las sombras que amenazan con cubrirlo todo.