Nos el D. Juan Fernández de Sotomayor provisor y vicario general y gobernador del arzobispo por el ilustrísimo Sor. D. de Fernando Caicedo dignísimo arzobispo en su santa pastoral visita

Esta imagen contiene una noticia acerca de que se ha utilizado como pretexto la religión del crucificado para engañar a los ingenuos, haciéndoles creer que se pretende su ruina y que se persigue a los verdaderos cristianos. Argumenta que no es la primera vez que el espíritu maligno se presenta como...

Full description

Autores:
Hoja suelta
Tipo de recurso:
http://purl.org/coar/resource_type/c_c513
Fecha de publicación:
1830
Institución:
Universidad Distrital Francisco José de Caldas
Repositorio:
RIUD: repositorio U. Distrital
Idioma:
OAI Identifier:
oai:repository.udistrital.edu.co:11349/35594
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/11349/35594
Palabra clave:
Cristianismo y política
Iglesia y política
Religión
Noticias de Bogotá
Bogotá -- Historia -- Imágenes
Bogotá -- Historia -- Fuentes
Bogotá -- Vida social y costumbres -- 1850 - 1950
Christianity and politics
Church and politics
Religion
Bogota News
Rights
License
Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional
Description
Summary:Esta imagen contiene una noticia acerca de que se ha utilizado como pretexto la religión del crucificado para engañar a los ingenuos, haciéndoles creer que se pretende su ruina y que se persigue a los verdaderos cristianos. Argumenta que no es la primera vez que el espíritu maligno se presenta como un ángel de luz para deslumbrar y llevar al abismo a los incautos. Asegura que la religión divina no ha sufrido en la capital, que es esencialmente religiosa, e invita a los escépticos a ver los templos abiertos desde el amanecer, donde se celebra el sacrificio de los altares y se consuela a los enfermos con la majestad sacramentada. El autor se pregunta cómo es posible que la gente haya sido tan fácil de engañar con calumnias que injurian al vicepresidente de la República, Domingo Caicedo, conocido por su piedad y devoción como hijo de la iglesia católica. Subraya que la santa religión manda obedecer a las autoridades, condena la insubordinación y reserva la venganza de los malos al poder encargado del orden en la sociedad. Concluye que aquellos que invocan la religión para perturbar el orden público y desobedecer a las autoridades constituidas insultan a la misma religión. Habla en nombre de la religión y, por la sangre de Jesús, exhorta a los hermanos a obedecer las disposiciones del gobierno, regresar a sus hogares y vivir unidos y obedientes a la Constitución que han jurado. Noticia publicada en el diario hoja suelta, No. 25, 13 de agosto de 1830.