Hipertensión arterial : guías de práctica clínica (AHA y otras sociedades científicas, 2025) - segunda parte

La hipertensión no aparece de la nada: es el resultado de una mezcla compleja de factores que acompañan al paciente a lo largo de su vida. Entre ellos, la alimentación juega un papel central. Una dieta alta en sodio, baja en potasio o cargada de alcohol se asocia de forma consistente con mayores cif...

Full description

Autores:
Ramírez Urrea, Julián Humberto
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2025
Institución:
Universidad de Antioquia
Repositorio:
Repositorio UdeA
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:bibliotecadigital.udea.edu.co:10495/48414
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/10495/48414
Palabra clave:
Enfermedades Vasculares
Capacidad Cardiovascular
Presión Sanguínea
Vascular Diseases
Cardiorespiratory Fitness
Blood Pressure
https://id.nlm.nih.gov/mesh/D001794
https://id.nlm.nih.gov/mesh/D000072599
https://id.nlm.nih.gov/mesh/D014652
ODS 3: Salud y bienestar. Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades
Rights
openAccess
License
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
Description
Summary:La hipertensión no aparece de la nada: es el resultado de una mezcla compleja de factores que acompañan al paciente a lo largo de su vida. Entre ellos, la alimentación juega un papel central. Una dieta alta en sodio, baja en potasio o cargada de alcohol se asocia de forma consistente con mayores cifras de presión arterial. A esto se suma la falta de fibra, calcio, magnesio y proteínas de origen vegetal, que también contribuye al desbalance tensional. El peso corporal y el metabolismo son otra pieza clave del rompecabezas. El sobrepeso, la obesidad y la resistencia a la insulina están estrechamente ligados a la elevación progresiva de la presión arterial. Incluso, la edad avanzada y la obesidad hacen al organismo más sensible a los efectos del sodio, lo que refuerza la importancia de una dieta moderada en sal. Pero no todo es dieta y metabolismo. También influyen el sueño (particularmente la apnea obstructiva), el estrés psicosocial y factores ambientales como la contaminación o la exposición a metales pesados. En contraste, la actividad física regular y un buen nivel de condición física actúan como protectores naturales frente al desarrollo de hipertensión. ¿Y qué hay de la genética? La presión arterial es un rasgo heredable y se han identificado cientos de variantes genéticas relacionadas con su regulación. Sin embargo, cada una aporta poco y, en conjunto, explican menos del 10 % de la variabilidad poblacional. Esto significa que, aunque la genética importa, lo que realmente pesa es cómo interactúa con el estilo de vida y el ambiente. En síntesis, la hipertensión no responde a una única causa, sino a la suma de múltiplesfactores biológicos y conductuales. Por eso, comprender esta interacción es esencial tanto para prevenir como para manejar la enfermedad en la práctica clínica. [Tomado de: Hipertensión arterial: recordar las bases para clasificar y diagnosticar]