Errores técnico-tácticos más comunes en la recepción de saque en las posiciones 5, 6 y 1 del equipo femenino infantil de la Liga de Voleibol Antioquia 2006

RESUMEN: Para favorecer la comprensión de la estructura del voleibol y la dinámica de entrenamiento, se divide clásicamente el desarrollo del juego en dos grandes fases. Por un lado, el KI, protagonizado por las acciones que persiguen la obtención del punto cuando el saque está en posesión del adver...

Full description

Autores:
Montoya Sánchez, Julián Andrés
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2006
Institución:
Universidad de Antioquia
Repositorio:
Repositorio UdeA
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:bibliotecadigital.udea.edu.co:10495/39859
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/10495/39859
Palabra clave:
Voleibol para niñas
Volleyball for girls
Voleibol - Entrenamiento
Volleyball - Coaching
Voleibol
Volleyball
http://id.loc.gov/authorities/subjects/sh96002212
http://id.loc.gov/authorities/subjects/sh93010645
Rights
openAccess
License
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
Description
Summary:RESUMEN: Para favorecer la comprensión de la estructura del voleibol y la dinámica de entrenamiento, se divide clásicamente el desarrollo del juego en dos grandes fases. Por un lado, el KI, protagonizado por las acciones que persiguen la obtención del punto cuando el saque está en posesión del adversario, también denominado fase de cambio o recuperación del saque, y por otro el KII, responsable de preservar el saque o, lo que es lo mismo conseguir el punto cuando el saque está en posesión propia. En el KI supone en el voleibol de alto nivel la fase donde se da el mayor porcentaje de éxito, debido a la preponderancia que existe del ataque sobre la defensa. Los elementos que constituyen este complejo son: la recepción del saque, la colocación y el ataque. Los sistemas de recepción son las estructuras o sistemas que se utilizan para neutralizar el saque procedente del campo contrario y enviarlo al colocador en las mejores condiciones, de ahí que su rendimiento tenga una relevante presencia en el resultado final del juego de un equipo. La introducción progresiva del saque en suspensión en la década de los 90 ha significado variaciones en los sistemas de recepción (Over, 1993), que se presentaban en el voleibol masculino como un elemento estable y unánime con los esquemas de dos receptores. En la actualidad, frente a esta técnica, se disponen tres y hasta cuatro receptores. Pese a este cambio estructural la adaptación extraordinariamente eficaz que el voleibol presentaba en la recepción del saque en la década de los 80 se ha visto perturbada (Gerbrands y Murphy, 1995; Alberda, 1995; Zimmermann, 1995; Fröhner y Zimmermann, 1996; Ureña, 1998; Ureña y col., 1998). Esto sin duda se corresponde con que el saque está incrementando su valor como "destreza final" (Hurtado, 1998). Debido a esta circunstancia el juego de ataque se simplificó notablemente, con menor presencia de variaciones complejas en el ataque y una mayor proporción de colocaciones altas. Por lo tanto, se apunta una exigencia en la mejora del control de la recepción que permitiría de nuevo enriquecer el juego combinativo. [Tomado de la introducción]