EFECTO DEL GENOTIPO, TIPO DE EXPLANTE Y EL PICLORAM EN LA INDUCCIÓN DE LA EMBRIOGÉNESIS SOMÁTICA EN Dioscorea rotundata
El ñame pertenece al género Dioscorea y comprende alrededor de 600 especies cultivadas especialmente en África, siendo Nigeria el mayor productor a nivel mundial (Mandal, 1993; Rodríguez, 2000; Bustamante et al., 2003; Deepika et al., 2013). En Latinoamérica, Colombia es uno de los mayores productor...
- Autores:
-
Polanco Ortega, Heberto
Díaz Narváez, Lucía Candelaria
Carmona Wilches, Oscar Elías
Durango Ballesteros, Eder Dadner
Beltrán Herrera, Javier Darío
Suárez Padrón, Isidro Elías
- Tipo de recurso:
- Part of book
- Fecha de publicación:
- 2019
- Institución:
- Corporación Universitaria del Caribe - CECAR
- Repositorio:
- Repositorio Digital CECAR
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repositorio.cecar.edu.co:cecar/2678
- Acceso en línea:
- https://repositorio.cecar.edu.co/handle/cecar/2678
- Palabra clave:
- Rights
- openAccess
- License
- http://purl.org/coar/access_right/c_abf2
Summary: | El ñame pertenece al género Dioscorea y comprende alrededor de 600 especies cultivadas especialmente en África, siendo Nigeria el mayor productor a nivel mundial (Mandal, 1993; Rodríguez, 2000; Bustamante et al., 2003; Deepika et al., 2013). En Latinoamérica, Colombia es uno de los mayores productores seguido de Brasil, Cuba, Haití, República Dominicana, Costa Rica y Puerto Rico (Reina, 2012). A nivel nacional, las especies más cultivadas son Dioscorea alata (ñame criollo) y Dioscorea rotundata (ñame espino) principalmente cultivados en los departamentos de Sucre, Córdoba y Bolívar, los cuales aportan el 92% de la producción nacional (Campo, 2011; Reina, 2012; Agronet, 2016). El ñame espino es un cultivo propio de pequeños y medianos productores de la Costa Atlántica de Colombia, y priorizado en el departamento de Sucre por ser una de las principales fuentes de ingreso, empleo rural, área sembrada y alimentación. Así mismo, es un producto de exportación que le ha generado al país ingresos que superan los US$2.5 millones anuales (Sánchez y Hernández, 2003; Fundación Procaribe, 2012). |
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